De acuerdo con la Comisión Nacional del Agua, se estima que el 59% de los cauces, lagos y arroyos del país tienen algún problema de contaminación. Lamentablemente, sigue siendo recurrente encontrar desechos y basura en estos puntos, no solo de tipo orgánica, sino que son utilizados como vertederos para dejar ropa, muebles, colchones, llantas, etcétera. En otros casos, se llega a invadir estas zonas naturales con fines de construcción de viviendas u otros usos particulares. Estas y otras actividades han contribuido al deterioro en los ecosistemas, poniendo en grave riesgo la seguridad de las localidades contiguas al aumentar los peligros de crecidas e inundaciones y ocasionando una problemática de encharcamientos en las zonas planas hacia donde drena buena parte de los escurrimientos de agua.
Si bien los municipios a través de sus dependencias trabajan constantemente para atender los puntos críticos, la colaboración de CONAGUA también es fundamental en tareas específicas como desazolve, poda de árboles, desmalezado y retiro de troncos, así como la limpieza de infraestructura de control y regulación hidráulica, que son medidas indispensables para facilitar el desagüe y reducir riesgos de inundaciones que poner en riesgo la integridad de la población.